Resumen |
Puntos clave • La terapia de campo de tumores (TTF) se basa en un dispositivo no invasivo que mediante la generación de campos eléctricos inhibe la replicación de células cancerosas. Ha sido autorizado para su empleo en pacientes con glioblastoma (GBM). • La escasa supervivencia, el fatal pronóstico y las limitaciones del manejo terapéutico del GBM, justifican la necesidad de evaluar la efectividad y seguridad de nuevos tratamientos que puedan mejorar este horizonte. • Se realizó una revisión sistemática de la literatura, recuperando dos informes de síntesis de evidencia (ECRI, HealthPACT), un ensayo clínico aleatorizado (ECA) de calidad aceptable, un estudio cuasiexperimental y una serie de casos. En todos los estudios las comparaciones se realizaron frente al tratamiento quimioterápico. • Los resultados referidos a efectividad en el ECA, no mostraron diferencias estadísticas entre los grupos intervención y control en cuanto a supervivencia global (mediana de 6,3 vs. 6,4 meses), porcentaje de supervivencia tras un año (21,9% vs. 22,1%), supervivencia libre de progresión (mediana de 2,2 vs. 2,1 meses), porcentaje de supervivencia libre de progresión a los 6 meses (21,4% vs. 15,1%) ni porcentaje de respuesta radiológica (14% vs. 9,6%). Los resultados sobre calidad de vida se limitaron a un escaso número de pacientes. • Los resultados referidos a seguridad en el ECA recogen una menor frecuencia de eventos gastrointestinales y hematológicos frente a quimioterapia, y una mayor asociación a dermatitis local. • La serie de casos y el estudio cuasiexperimental presentaron resultados más favorables en supervivencia global (mediana de 62,2 semanas en casos recurrentes y 39 meses en GBM de nuevo diagnóstico) y supervivencia libre de progresión (mediana de 26,1 semanas en recurrentes y 155 semanas en nuevo diagnóstico), aunque deberían considerarse con cautela por el diseño de los estudios.
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